Cueva maria de la cruz loiza: Monumento Historico Cueva Maria de La Cruz Loíza, Puerto Rico

Vida y Poemas de Juan de la Cruz – Revista Sala

Nos
preparado junto con K. Ya. Staroselskaya. En ese dia,
cuando estaba terminando un artículo hablando de la muerte de Juan de la Cruz,
Ksenia Yakovlevna falleció. Dedico este prefacio a su bendita memoria.

Una vez
de noche, don Quijote atacó la caravana en que se transportaba el difunto, acompañado de
sacerdotes de la villa de Baeza, donde descansó,
al cementerio familiar en Segovia. Hidalgo,
indignado por la negativa de los “escoltas encubiertos” a responder a sus preguntas,
golpear a los desdichados: se enredaban en sus sotanas y por eso no podían escapar de
loco. Como resultado de una batalla sin sentido, Don Quijote perdió los dientes frontales y
por su aspecto desfigurado, recibió de manos de Sancho Panza el título de “Caballero de la Triste Imagen”.

Existe
conjetura plausible de que la trama de la procesión fúnebre secreta fue
generado por una historia real que sucedió
en 1593, cuando Cervantes vivía por estos parajes de Andalucía. La noble dama Ana de Peñalosa deseaba dar sepultura a su confesor, Juan de la
Cruz, en Segovia. El pueblo de Úbeda, donde murió Juan, no accedió a desprenderse de la reliquia,
y el cuerpo fue trasladado en horas de la noche para evitar posibles resistencias de los pobladores.

Juan
de la Cruz (1542-1591), o en la versión adoptada por
teólogos y filósofos – Juan de la Cruz, este hombre tranquilo, nunca
dio descanso: ni durante la vida ni después de la muerte. ¿Es que en Rusia su nombre era
enterrados por olas de terror ideolgico, y slo durante el final de la
reflujo volvió tímidamente, aunque en una transcripción
ocultar. Juan pasó toda su vida buscando la soledad y la contemplación, pero las circunstancias
lo instaba constantemente a una acción vigorosa. Esta vida en sí no es muy larga.
lleno de no absurdo, quijotesco, pero consciente
hazañas y aventuras, y no causa menos admiración que su asombroso
creaciones

Activo
Monarca español Felipe II (1556-1598),
durante el reinado
en el que vivió Juan de la Cruz, gobernó la primera potencia de la entonces Europa.
La grandeza externa imperial y la pobreza monstruosa dentro del estado representado
un marco pesado pero edificante para el párpado corto del español promedio
de esa época. Hispano
percibe su vida como
contexto de gran historia: luchó y murió por las tierras de la corona española en
cuatro continentes, defendió a la Iglesia Católica contra la herejía del protestantismo,
llevó sus enseñanzas a las tierras paganas recién descubiertas. Como escribe José
María Javierre en el libro biográfico “Juan de la Cruz: El caso último”, espiritual
la obra de nuestro poeta-teólogo “era parte de esta utopía universal…
se niega a resolver pequeños problemas de comportamiento cristiano, no está interesado en
sermón moralizante: el hermano John sólo se preocupa por entender qué tipo de
la respuesta correcta del hombre al supremo ofrecimiento divino de la amistad. Nada más y nada menos… Dios
espera y Juan desea saber’ que nosotros
haremos con Él.”

U
Juan no tuvo infancia: ya desde la infancia, primero en los brazos de su madre, y luego
y caminando independientemente, se vio obligado a mendigar. Perdió temprano
padre, cuyos parientes ricos se negaron a ayudar a la nuera no deseada –
tejedor desarraigado, que tenía, tal vez, vergonzoso, según las ideas de la época,
Raíces moriscas. En la localidad de Medina del Campo, donde
Finalmente, una madre se instaló con sus dos hijos (el otro hermano de Juan murió de hambre),
El niño fue colocado en un orfanato para los pobres. Aquí no sólo estudió alfabetización y
artesanía – tuvo que servir en un funeral, trabajar como ordenanza en
hospital para pacientes sifilíticos, caminando con la mano extendida, recogiendo
refugio. Estudió diligentemente, de modo que más tarde pudo tomar un curso de humanidades.
en un colegio jesuita y recibir una excelente educación teológica en
Universidad de Salamanca, después de haber tomado el monástico
tonsurado en la orden carmelita.

Antes
después de graduarse de la universidad, decide ir a la orden de los cartujos, cuya carta
el silencio y la soledad correspondían más a su disposición interior. Sin embargo
es en este momento cuando aparece en Medina la monja Teresa Yepes,
celebrada por la Iglesia Católica como Santa Teresa de Ávila.
Ella tiene cincuenta y dos años, John tiene veinticinco. ella está en pleno apogeo
la reforma de la Orden Carmelita que ella inició: la esencia de la reforma es un retorno a
el fuero original del siglo X, más estricto, por lo que las monjas se llaman
“descalzos” (caminan todo el año con zapatos de mimbre descalzos) en
lo contrario de los “calzados”, viviendo según una carta más suave y modernizada.

B
1567 Teresa está buscando a los que estarían listos para iniciar el varón “descalzo”
monacato. Ella se señala a un estudiante conocido por su asceta
hazañas, conocimiento académico y disposición humilde. Una conversación es suficiente
entre las rejas del convento carmelita para que Juan acceda a seguir
Teresa y de pie en la base de los monasterios. Él guardará hasta el final de los días.
lealtad a la reforma y a su antecesor: aun cuando le exijan mediante torturas
renuncia, y cuando ella misma se convierte en su hija espiritual, y cuando
preferiría otro confesor a él.

Llamada
en todos los monasterios donde enseñaron Teresa y Juan reinará un espíritu de especial sobriedad y
prudencia. Grandes místicos, estos dos derramarán tinta y sudor
para proteger a sus discípulos de la excesiva mortificación de la carne y
visionario psicópata. “Todas las visiones, revelaciones y gracias del Cielo no valen
y un acto humilde”, escribe Juan de la Cruz
en uno de los tratados.

El éxito de la reforma teresiana
despertó la envidia entre los carmelitas “calzados”. En el monasterio de San José de Ávila, bajo la supervisión de un inspector de orden,
Elección de la abadesa: Teresa es elegida por mayoría de votos. Inspector
declara inválidas las elecciones, priva de la comunión a las hermanas indignadas.
Juan de la Cruz, confesor del monasterio, es acusado de
incitación al motín, y una noche “calzada”
irrumpir en el skete del monasterio donde viven los hermanos Juan y Herman, agarrarlos y
llevado en secreto en una dirección desconocida. Al enterarse del secuestro, Teresa escribe una carta
al rey con una súplica para encontrar y liberar a Juan: “Sería mejor que estuviera en manos de
moros, porque ellos, tal vez, serían más misericordiosos.

Juan de la Cruz acabó en
prisión del monasterio de Toledo. Las condiciones de detención eran extremadamente duras.
La celda de la prisión, que anteriormente albergaba una letrina, se parecía
sepultura: casamata de dos metros de largo y uno y medio de ancho. Varios tableros en su lugar
camas, un taburete para un libro de oraciones, un inodoro, una ventana estrecha arriba, apenas
transmitiendo luz. Durante los primeros seis meses, Juan usa la misma ropa que él usa.
agarró La celda no estaba ventilada. Es increíble cómo logró
solo soportar su situación sin quejarse, pero incluso después, ya en libertad, nunca
no reproches a tus carceleros. “Hicieron lo que pensaron que era correcto”. Él come
en el refectorio fraterno, arrodillándose en el medio mientras otros cenan en
mesas. Le dan de comer agua y pan, y de vez en cuando le dan dos sardinas. Cada viernes
después de una comida, lo golpean con un látigo en la espalda desnuda exactamente el tiempo que dura
leyendo el salmo 50. Hambre, palizas, tortura psicológica – hermanos a propósito
hablaron en voz alta sobre el fracaso de la reforma, parados debajo de la puerta de la celda de la prisión, no rompieron
el espíritu del asceta. También intentaron seducir a Juan: a cambio de la abdicación, le prometieron
un abad en un rico monasterio, una celda espaciosa, una valiosa biblioteca, e incluso
Cruz dorada. Juan es inflexible: “El que busca a Cristo desnudo no tiene necesidad de oro
decoraciones”.

Sin embargo, afortunadamente, la guardia fue cambiada en mayo: guardia
el prisionero fue colocado un joven monje llamado Matei. Lleno de simpatía y
respeto por el prisionero, el guardia comenzó a ayudarlo: compartió su ropa,
por la noche me permitía caminar por el pasillo contiguo a la celda, para ello
aflojó los candados de los grilletes. Una vez Matei le preguntó a Juan qué le gustaría.
La tranquila respuesta de Juan resuena a través de los siglos, evocando un feliz eco del futuro: “Un poco
papel y tinta.

En las hojas que trajo, Juan anotó versos que
juntó en su mente los largos meses de encarcelamiento. Estos fueron los Romances de la Santísima Trinidad.
El ciclo consta de nueve poemas dedicados al misterio de la Encarnación:
desde el Pre-Concilio Eterno hasta la Natividad de Cristo. Este tipo de catecismo
poemas, a primera vista, es solo un recuento rimado del primer capítulo
Evangelio de Juan. Un metro simple, una rima repetitiva en “ía”, similar al sufijo ruso – “il” (habló). Sin embargo
todo el ciclo está sostenido y determinado por el tema profundamente personal de Juan de la Cruz, que impregna su enseñanza, poesía y acción:
respuesta del alma humana al amor divino. En romances consistentemente
habla de cómo
El Padre dio a luz al Hijo y así se unió al hombre, para que el hombre pudiera
conectarse con Dios a través del amor recíproco.

“Romances sobre la Santísima Trinidad” es teología en verso,
pero lo completa vivo
belén del pueblo: María sale con un niño en brazos. Este es el primero
poema en la selección. Ya aquí podemos notar una propiedad importante
poética de Juan de la Cruz: sencillez sin artificios
la presentación crea imágenes paradójicas naturales, como poéticas
es más fácil que la palabra ascienda a los altos misterios del dogma y los exprese a través de
combinaciones inesperadas de palabras comunes. La paradoja es que el novio y
la novia sale de la cámara nupcial, mientras la novia la lleva
Novio-Bebé.

B
prisión nacieron las primeras estrofas y la obra poética más significativa
Juana de la Cruz: “Canción Espiritual” (traducción del primer
edición de la “Canción”, hecha por A. Geleskul, fue
publicado en Literatura Extranjera, 1993, No. 11). esto es original
transcripción de varias líneas del Cantar de los Cantares, la historia bíblica del amor de Dios y
alma humana.

Más fuerte que el dolor físico vivido en prisión,
eran tormentos de carácter espiritual para Juan: miedo – si Teresa pensaría que él
la traicionó? – y amargura por la imposibilidad de celebrar la Misa. Un día antes
Fiesta de la Asunción, rezaba Juan, tendido boca abajo en el suelo. Entró el prior, padre Maldonado, pero el preso no se movió. “¿Por qué no te levantas
cuando entro? el abad estaba indignado. Juan se levantó con esfuerzo. “Lo pensé
guardia.” “¿Y en qué estás pensando tan profundamente?” – Sobre el hecho de que mañana
la fiesta de la Virgen, y que me gustaría mucho celebrar la Misa”. – “Este
no será mientras esté vivo”, espetó Maldonado y se fue,
cerrando la puerta de golpe detrás de él. Juan,
habiendo alimentado durante mucho tiempo la idea de escapar, finalmente decide llevarlo a cabo.

Antes
Cuando Juan escapó, le dio a Matei su única propiedad: un pequeño
una cruz con una figura de Cristo de bronce, que siempre llevaba bajo una correa de hombro con
lado izquierdo, cerca del corazón. Matei no se separó del regalo hasta el final de su vida.

emocionante
la historia de la fuga de Juan de la Cruz podría ser
decir en muchas páginas. Cómo el preso cortó las mantas y las ató
como una cuerda; cómo por la noche estudió el edificio del monasterio y se debilitó gradualmente
tornillos en la cerradura exterior para que pueda caerse cuando se empuja
desde adentro Cómo el fugitivo descendió sobre una cuerda improvisada, no dos metros
llegar al suelo y, después de haber saltado, aterrizó milagrosamente a una pulgada de distancia del mortal
acantilado; cuánto tiempo no pudo encontrar agujeros en la cerca y ya estaba listo para regresar con
culpable; cómo, por fin, logró escalar un alto muro y deslizarse por él;
cómo se escondió hasta la mañana en el pasillo de una casa extraña, donde fue encerrado; como finalmente
salió y llegó a la puerta del monasterio teresiano;
cómo lo escondió un rico canónigo de Toledo
catedral, admiradora de Teresa de Ávila. ..

Detengámonos en el episodio cuando finalmente apareció Juan,
exhausto y harapiento, frente a las puertas del convento de carmelitas descalzas.
Las hermanas lo escondieron en la parte interior del monasterio, donde se cerró el acceso
extraños, alimentados, respetando el estómago agotado, peras al horno con canela,
me dieron un traje de capellán viejo y me remendaron la ropa. monjes de maldonado
en este momento registraron la iglesia y los confesionarios, mientras otros corrían por los caminos,
saliendo de Toledo.

B
Al mediodía se cerró la iglesia y Juan pudo dejar la hermandad para ir al templo. Alto
una celosía separaba los coros, por dentro se sentaban las monjas, y por fuera –
su confesor. Con voz débil, les recitó poemas compuestos en prisión.
Posteriormente, Sor Constanza recordará: “Nos leyó lo que estaba escrito en la cárcel
sobre la Santísima Trinidad, y era una delicia celestial escucharlo.

Debe
decir que en los monasterios teresianos a menudo sonaba
poemas y canciones. A Teresa le encantaba escuchar canciones populares y, a menudo, componía canciones ella misma.
algo parecido, rehaciendo coplas de amor de manera divina: amado
de una canción popular o un romance cortesano se convirtió en el Esposo de Cristo, y
las letras fueron así “santificadas” y hechas monásticas. Hizo lo mismo
y Juan. Hay testimonios de casos en los que tanto Teresa como Juan, habiendo cumplido
deleite, comenzaron a bailar. Como escribe el poeta y filólogo Dámaso
Alonso, “la espiritualidad de estas dos asombrosas criaturas descansaba en su capacidad de ser
españoles… Ambos vivieron la vida de su pueblo en una perspectiva divina.

B
la mencionada publicación “IL” es una traducción de los famosos poemas de Teresa “Vivo
sin vivir en mi”
(“Mi vida no es mi alegría”, traducido por N. Vanhanen).
El mismo estribillo de la canción popular fue utilizado por Juan de la Cruz.
Este es el segundo poema de nuestra colección. Ambos poemas están dedicados
paradoja de la vida cristiana: mientras una persona está viva, sólo puede luchar por
Dios, pero para encontrarse con Él, necesita morir, por lo que la vida terrenal
semejante a la muerte, porque no tiene la plenitud de la vida.

Si
Teresa llora como una mujer separada del Esposo, luego Juan ordena el rosario
alusiones teológicas. Cada estrofa tiene su propio tema, y ​​las estrofas
a pesar de su independencia semántica y rítmica, están consistentemente conectados
entre sí, y en la quinta estrofa central aparece el tema de la Eucaristía.
Las estrofas dispersas externamente siguen el patrón interno – La Última Cena, con un Cáliz
en el centro de la mesa.

Siguiente
el poema de nuestra selección también se basa en el principio de “divinización”,
es decir, la transposición de un texto secular a un modo divino. Estos son los versos “Suena un cuerno sobre la arboleda antes del amanecer”. aquí modificado para
la armonía divina no es folclórica, sino un romance de amor. Reemplazo de algunas palabras
y añadiendo otra estrofa, Juan convertía a la pastora en un Cristo crucificado, que
llora por el alma pastora que se ha olvidado de Dios. “En el campo de la divinización literaria,
– escribió el mismo Dámaso Alonso, – no existe y no
puede haber un concepto de ‘plagio’: todo sirve para multiplicar a la víctima por
altar. ” Juan, que dedicó muchas páginas a la unión mística del alma con Dios en
en prosa y mucho en verso, escribió un solo poema sobre la amargura de la vida sin
Dios, y esta amargura resultó ser divina, no humana. Pastor Juan –
es el Señor quien llora. Estos versículos también ayudan a comprender el celo con el que
misioneros de varias órdenes se apresuraron a las tierras recién descubiertas: se apresuraron a
ayuda a Dios. No es casualidad que el propio Juan quiera ir con
Hermanos carmelitas en México. Esta empresa se verá frustrada por la muerte del poeta.

Sin embargo,
el deseo de ir a la Nueva España también se asoció con una severa persecución,
a la que ya estaban sometidos los seguidores de Teresa por sus propios “descalzos”.
La rama reformada de la Orden Carmelita logró separarse en una
orden de las llamadas “Carmelitas Descalzas”. A la cabeza del nuevo orden estaba
despótico ambicioso Nicolás Doria. Los alumnos y alumnos más cercanos de Teresa fueron
dispersos, excluidos del ministerio, excluidos de la comunión. juan esta suspendido de todos
altos cargos que ocupaba en la orden, y se asienta como
sencillo monje en un pequeño monasterio de Segovia.
Aquí participa en los servicios divinos, trabaja en el jardín, instruye a los hermanos,
visita un convento, donde sirve y confiesa monjas (“Cada vez que con su
la llegada del monasterio se convierte en guaridas celestiales”, dijo la abadesa). Y
escribe poemas “Y tan alto se levantó” (el cuarto poema de la selección). Campañol
tan alto tan alto: el sonido mismo del verso español
infla los pulmones, expande el pecho. El estribillo te permite enderezar rítmicamente
alas para cada golpe fuerte que eleva al oyente por encima de la desgracia y
impotencia de la existencia terrenal. Cuanto más fuerte la persecución, más altos los versos de Juan de la
Cruz.

B
1591 Juan enferma de erisipela: su pierna derecha está afectada de purulenta
heridas El dolor es terrible, pero, como antes en la cárcel, Juan no se queja. Sufrimiento
el camino de la subida a la Montaña, al Amado.

ven a lo que amas,

necesitas
pasa por lo que no te gusta.

…

Hasta
conviértete en lo que no eres,

necesitas
pasa por donde no has estado –

escribió
Juan en un dibujo que representa la subida al Monte Carmelo: en la base de la montaña
caminos verticales son versos escritos sobre la abnegación. Ya en su juventud, Juan
experimentado y entendido cómo funciona el camino hacia Dios: este camino es lo opuesto a agradar
deseos

Cuando
detienes tu atención en algo,

entonces
deja de sumergirte en todo.

B
aquellos tiempos los monjes eran tratados en los hospitales monásticos de sus órdenes. Juan podría
ir al hospital del monasterio de Báez, quien él mismo
fundado y donde presidía su fiel discípulo, y
podra acudir a aquel cuyo anterior era su antiguo malhechor, un duro
y el descarriado Francisco Crisóstomo, de quien decían: “No teniendo piedad,
trata de llevar a otros a las alturas de la perfección con un palo. Juan elige enfermarse y morir bajo el mando de Crisóstomo, va al pueblo con un altavoz para el oído ruso.
nombre – Úbeda.

Último
un mes y medio de la vida de Juan la Cruz recuerda su encarcelamiento: el mismo
opresión, persecución del abad (varias restricciones y reproches), tortura
cirujanos (el médico cortó trozos enteros de carne de una pierna adolorida, se reclutó un día
5-6 tazas con pus). La inflamación se apoderó poco a poco de la espalda de Juan. al techo
colgaban una cuerda y, agarrándose de ella, Juan podía moverse un poco sobre la cama. Él
hablaba poco, sólo de vez en cuando de sus labios salían palabras de oraciones y versos de
Escrituras. Los testigos conservaron esta frase: “Más paciencia, más amor y
más enfermedad”. El Escape Milagroso ya no es posible. Como entonces en Toledo
anhelaba el servicio, y ahora está deseosa de cumplirlo, pero ya en el cielo: en
medianoche del 13 al 14 de diciembre, la campana del monasterio llama a maitines. Con palabras:
“Gracias a Dios voy a servir maitines en el cielo”, murió Juan.

* * *

PO
A pedido de sus hijas espirituales, Huang escribió varios tratados extensos, en
quien interpretó sus propios versos. Al poema “Una noche oscura”
(el último de nuestra selección) se escribieron tratados “Subiendo la montaña
Carmel” y “Night”, ambas quedaron inconclusas. Hasta el primer verso solo
de cuarenta, Huang escribió hasta trece capítulos de interpretación, donde en detalle
habla de las etapas y obstáculos asociados con la abnegación, que
el alma debe vencer para aprender a “correr fácilmente hacia Dios por las
escaleras.” Esta carrera fácil se desarrolla en la “oscura y terrible noche del alma”, en la que
el alma encuentra tanto al amor como al Amado ya sí misma. Los escritos “místicos” de Hong no son canciones locas y extáticas, sino profundas y
llenos de bellos relatos sobre la alta vocación del hombre.

poético
el legado de Juan de la Cruz es pequeño: sólo dos docenas
poemas, de los cuales solo cinco pueden llamarse obras maestras independientes,
muy alejado de las fuentes originales: textos bíblicos, canciones populares,
Letras de amor secular. Llamado en España rey y patrón de los poetas,
él mismo no se consideraba poeta y trataba sus poemas como una droga,
capaz de ayudar a sus hijos espirituales en el desánimo y cautivarlos con el ideal de la comunión con Dios. Por ello, hasta finales del siglo XIX, sus poemas sólo se conocían en
entorno de los carmelitas, hasta que llamaron la atención de los eruditos españoles y
escritores, causando deleite inmediato, bordeando la reverencia. En Rusia ahora
está ocurriendo un proceso similar: conocido al principio en los círculos católicos, donde hay
traducciones de algunos tratados y poemas (se destaca especialmente el papel de Larisa Vinarova), Juan de la Cruz
sale gradualmente al lector general, y su nombre original – Juan de la Cruz –
ya desplazando al primero – Juan de la Cruz.

Tom,
quien lo ame recibirá una generosa recompensa: un sonido puro, el mejor
belleza del conocimiento sobrenatural, poesía que se ha convertido en un misterio (poemas, hablando de la noche,
oscurecen, hablando de luz – brillan, se balancean), la imagen
un caballero de sotana blanca con capuchón, que sigue sin descanso su ideal. Sur
el frescor de la noche envuelve el encuentro de esta alma valerosa con su Amado.

Primera parte. Argentina (2008) – Actores y papeles

Che: Primera parte. El argentino (película, 2008)

Che: primera parte

1956

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Guillermo Valedon

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Gerardo Vega

Cuban Rebel, sin acreditar

Tania Vega

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90 002 9017 0 Productores

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Benicio Del Toro

Edad: 41 (en el año del estreno)

Belen Atienza

productora ejecutiva

Alvaro Augustin

productora ejecutiva

Pilar Benito

productora asociada

Larry Blake

productor de posproducción

Bozena Bogdziewicz

asistente de producción

Frederic W.