Museo de vida silvestre: The Museo de Vida Silvestre, San Juan (Wildlife Museum)

El Museo de Vida Silvestre

 

 El Museo de Vida Silvestre de San Juan

 

Exhibe vasta variedad

de animales exóticos y salvajes

en sus ambientes naturales

  Redacción:

 

Al transitar por la Avenida Kennedy que conduce de San Juan a Bayamón es inevitable no fijar nuestra atención en la gigantesca escultura de un elefante esculpido en bronce, obra del mundialmente reconocido Lorenzo Ghigliere. Mide aproximadamente 18 pies y nos invita al Museo de Vida Silvestre desde la apertura oficial de este recinto, el 30 de octubre de 2010.

Se trata del primer museo de este tipo en nuestro País. Exhibe una amplia variedad de animales exóticos, salvajes y de otras características muy especiales, tanto autóctonos como extranjeros, que han sido preservados a través de la disecación o taxidermia, que es un proceso consistente en preservar la piel y detalles del animal, tales como ojos, uñas, cuernos, etc. , aplicándolos a una réplica elaborada con materiales no naturales.

La misión de este Museo es educar a la comunidad con el propósito de aumentar el conocimiento y el aprecio de la diversidad de vida silvestre nacional y mundial, así como su conservación y la del planeta. Este fue concebido bajo la asesoría de ejecutivos y directivos delInternational Wildlife Museum, uno de los programas educativos delSafari Club International Foundation (SCIF), con sede en Arizona: una organización de caridad que administra los fondos y programas en todo el mundo, dedicadas a la conservación de vida silvestre, educación al aire libre y servicios humanitarios.

Su diseño estructural fue encomendada a la firma Ray Arquitectos e Ingenieros: moderno y sencillo, de dos niveles, forrado de material orgánico, con una cascada enorme y una plazoleta amplia que cumple con el fin de crear un bosque urbano y establecer un sentido claro de ubicación.

 

 Este proyecto, diseñado por la firma

Ray Arquitectos e Ingenieros,

requirió de una inversión ascendente a $15,224,800.

 

La superficie que alberga a este ambicioso proyecto es de aproximadamente 55,000 pies cuadrados. Su construcción requirió de una inversión de $15,224,800. Contempla como prioridad la inclusión de elementos amigables al ambiente, como la instalación de celdas solares para proveer energía parcial a la estructura, así como enredaderas de hiedras que cubren gran parte de la fachada y un amplio atrio central con un tragaluz en forma piramidal que alumbrará el interior del Museo. También incluye un cuarto de curado, un congelador para la conservación de animales, área de conferencias, exhibiciones, restaurante, tienda y hasta un teatro.

A pesar de que el concepto se promociona como “El primer edificio verde de la Capital”, la propuesta no cuenta con la certificación del Leadership in Energy and Environmental Design desarrollado por el U. S. Green Building, programa que certifica edificios nuevos o renovaciones que cumplen con ciertas normas ambientales. En esta ocasión, por ejemplo, no se consideró su orientación geográfica, uno de los conceptos básicos para obtener este tipo de certificación. No obstante, es un proyecto que encaja perfectamente en el concepto de los “elementos verdes” y constituye un gran esfuerzo en dicha dirección.

Lo que si es cierto es que visitarlo es una experiencia muy enriquecedora. Allí los visitantes ueden apreciar una colección de alrededor de 200 mamíferos y una diversidad de especies en sus escenarios salvajes, representando diferentes partes del mundo con sus correspondientes habitats. En el Museo de Vida Silvestre no existen barreras como cristales, lo que les permite sentirse y ser parte del escenario silvestre. Cuenta, además, con las orientaciones de educadoras y guías especializadas en el campo de la Biología y Conservación del Ambiente.

El recorrido dura alrededor de 45 minutos y cada visitante puede disfrutar de un documental sobre los arrecifes de la Isla en su cómodo teatro equipado con sistema de audiovisual. El biólogo residente es el profesor Raúl Pérez, delRecinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico. Aquí también pueden apreciarse colecciones con más de un siglo de antigüedad donadas por diversos organismos gubernamentales, centros de rehabilitación de vida silvestre, programas de cría en cautiverio, zoológicos y personas particulares.

Recomendamos a las autoridades administradoras de esta institución, así como al público en general, a respaldar estos esfuerzos que son de gran valor para todos los sectores y cuyo costo económico debemos evaluar. Reclamamos a los padres que visitan el recinto con menores de edad que les instruyan sobre el cuidado de las réplicas. No debe permitirse que se paren sobre estas o sus escenarios, ya que son muy frágiles y los daños pueden ser irreparables o demasiado costosos. Las tomas de fotografías deben permitirse considerando la seguridad de cada una de las piezas. además, debe exigirse el silencio necesario para que todos puedan disfrutar de las conferencia dictadas por las guías. Es responsabilidad del adulto, del padre, el comportamiento de los niños. El Museo se reserva el derecho de admisión y reglas de comportamiento por el bienestar general.

La entrada fluctúa entre los $5 y los $10. Su horario es de martes a domingo de 10:00 de la mañana a 6:00 de la tarde. Les aseguramos que visitarlo es una experiencia única. ?

 

                         

 

 

 

 

    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Comedor de la Kennedy y el Museo de Vida Silvestre renacen en un solo proyecto

Clemente está confiado en que el pueblo seguirá apoyándolo ahora en la expansión de su labor humanitaria. (Ramón “Tonito” Zayas)

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.

Por Osman Pérez Méndez

Presentado por

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El antiguo Museo de Vida Silvestre de San Juan ubicado en la avenida Kennedy, cuya entrada se distingue por la estatua de un gran elefante, está camino a volver a la vida luego de permanecer cerrado por años. Ahora, además de museo, servirá como sede para la misión de llevar alimentos a niños y ancianos necesitados que lleva a cabo la organización sin fines de lucro El Comedor de la Kennedy.

Según explicó el chef Iván Clemente, líder de El Comedor, este proyecto le permitiría el sueño de poder combinar una experiencia recreativa y educativa con la labor de proveer alimentos a las personas más necesitadas.

El museo, que Clemente espera reabrir en algún momento de este año bajo el nombre de Museo El Arka, estaba cerrado desde el azote del huracán María en septiembre de 2017. En mayo pasado, el chef le preguntó sobre el edificio a la entonces alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, y la respuesta que recibió fue que estaba vacío y no era de interés para nadie, e incluso los intentos por alquilarlo o venderlo habían sido infructuosos.

“Yo le dije, ‘yo lo quiero. Voy a abrir el museo, lo voy a reacondicionar, lo voy a abrir y los niños van a entrar gratis todo el tiempo al museo, y van a comer de mi comida’ “, recordó.

La alcaldesa consideró la idea “fantástica” y le entregó el museo, en usufructo por 30 años.

“Y aquí estamos. Gracias a Dios hoy este museo es de El Comedor de la Kennedy. Pertenece a nosotros. Estamos ya trabajando para reacondicionarlo. Ya están afuera pintando. Estamos haciendo diferentes cosas y vamos a hacer muchas más. Aquí vamos a hacer acuario, vamos a hacer también una finca hidropónica en el techo”, adelantó.

Clemente confía en que podrá lograr llevar adelante este proyecto, no importa cuán difícil pueda parecer, contando con la solidaridad de la gente. Después de todo, su organización sin fines de lucro alimenta a miles de personas a diario.

Clemente explicó que se encuentran en proceso de rehabilitación de los espacios del Museo y que próximamente mudarán las cocinas de El Comedor para concentrar allí sus servicios. (Ramón “Tonito” Zayas)

Comenzó hace unos 12 años ofreciendo alimento a una decena de niños, tras “descubrir que había en Puerto Rico niños que no comían o comían mal, especialmente los fines de semana que no había escuela”, y la actividad fue creciendo hasta convertirse en lo que es hoy día, un proyecto que alimenta a entre 2,000 a 2,500 niños y entre 3,000 a 3,500 ancianos a la semana.

Estamos con sueños maravillosos y yo sé que mi país me va a ayudar, mi país siempre me ayuda”

-chef Iván Clemente

Para el chef esta labor humanitaria tiene además un significado bien personal, pues él se considera quien es hoy día gracias a la humanidad que mostraron otras personas en su vida, incluso antes de nacer. Según relató, nació en la cárcel industrial para mujeres de Vega Alta hijo de una mujer confinada, usuaria de drogas, que intentó abortarlo a los ocho meses y medio, algo que no llegó a ocurrir gracias a la oportuna intervención de otra reclusa. Luego de nacer “me regaló al capellán de la cárcel y ellos me enseñaron valores, me enseñaron a ser una persona de bien, a buscar el bienestar de los demás y comencé a estudiar cocina internacional, entre muchas cosas”, recordó.

Clemente destaca que el trabajo que hace El Comedor de la Kennedy es de gran relevancia, porque “en Puerto Rico hay mucha hambre. En Puerto Rico de cada 10 niños, de 6 a 8 no comen, o no comen bien. Porque hay mucha inseguridad alimentaria en Puerto Rico”.

De hecho, antes la organización solo repartía alimentos los fines de semana, pero actualmente lo hacen a diario, con sus operativos de esperanza y fe.

“Esto es un trabajo constante, un trabajo continuo. ¿Cómo lo hacemos? Con la gente. La gente nos ayuda, la gente nos da arroz. Mi país es un país de gente buena. Mi país es un país de gente noble. Y la gente todavía cree. Y me ayuda. Imagínate que yo reparto un millón de libras de comida al mes. Eso es mucha comida. Hacemos 500 platos, 600 platos, 800 platos, depende de cómo esté el inventario, lo hacemos todos los días”, comentó.

Esa comida se distribuye en 48 puntos de San Juan a Ponce, en tres formas diferentes, comida caliente, compras, y meriendas para los niños.

Con la mudanza al edificio del museo, el chef Clemente espera fortalecer todavía más la labor humanitaria de la organización.

“Estamos con sueños maravillosos y yo sé que mi país me va a ayudar, mi país siempre me ayuda, para poder lograr que los niños tengan un lugar espacioso, hermoso, para poder estar, disfrutar el tiempo, y que también puedan aprender de historia, de cultura, y también de lo que somos, puertorriqueños, y que vivimos en una isla hermosa, en un país de gente buena”, agregó. “Eso es El Comedor de la Kennedy”.

No obstante, queda bastante por hacer. De entrada, espera reunirse cuanto antes con los dueños de las colecciones de los animales disecados que conforman la exhibición, con la esperanza de que “me los dejen, para el disfrute de los niños de Puerto Rico”.

Explicó que el museo quedaría bajo el manejo y cuidado de El Comedor de la Kennedy. Adelantó que en un área a la derecha del museo se levantaría una estructura donde estará la cocina, el comedor y el almacén de la organización. En centro quedarían las exhibiciones y el acuario. Además habrá un salón para actividades.

El chef destacó la importancia de la ayuda ciudadana, pues debido a la pandemia el porcentaje de donativos ha mermado mientras que precisamente por esa situación la demanda de sus servicios ha subido. (Ramón “Tonito” Zayas)

“El museo casi no se dañó por dentro. El techo, pues María dañó un poco el techo, y algunas áreas. Pero está casi intacto. Solamente es cuestión de hacer algunos tipos de arreglos, mantenimiento sobre todas las cosas. Y abrimos, Dios mediante, para octubre o noviembre de este año”, añadió. “Ya estamos moviendo todo. Lo último que se mueve es la cocina porque no puedo dejar de cocinar. Pero ya tenemos parte del almacén aquí”.

“Viene para acá todo El Comedor de la Kennedy. Yo estoy en estos momentos alquilado en un sitio, que pagamos bastante, y entonces nos mudamos para acá. Y acá vamos a tener la cocina y también el comedor. Los niños vienen aquí, van a ver el museo, que esto aquí es precioso, un lugar amplio, espacioso, un lugar muy bonito, y además de eso los niños van a entrar gratis, que fue mi sueño por 12 años, y van a comer de mi comida”, afirmó Clemente.

“Estamos trabajando con un plano que es mi sueño, para así poder tener todo bien ubicado y que podamos integrar las dos cosas: el museo y el servicio social”, agregó, resaltando que entre otras cosas importantes, necesitarán conseguir un par de neveras industriales, vehículos tipo van para repartir las comidas, y asistencia para reparar y poner al día la instalación de energía solar que tiene el edificio.

El enfoque no se limita a los niños, pues el nuevo museo aspira a que “los abuelitos” también puedan participar como guías del museo. Y para eso Clemente ya cuenta con “el aval” de las Damas Cívicas que prometieron respaldar el proyecto.

En lo que se completa la reapertura del museo, ahora bajo el nombre de El Arka, Clemente quiere que la gente elija un nombre para el elefante de la entrada, para el que tiene dos propuestas: Dakari, que significa felicidad, y Enzi, que significa poderoso.

El chef apuesta a que el proyecto se va a poder completar este año, pese a su complejidad, y al reto que significa conseguir respaldo en estos tiempos de pandemia y crisis económica, que han provocado que los donativos que recibe, que son todos privados, hayan caído en 60%, al mismo tiempo que la cantidad de personas que atienden ha aumentado en un 80%.

“Es una cosa ridícula. No hay escuelas. No hay comedores escolares y cuando hay los niños no pueden ir porque los padres no los llevan. Esto es una desgracia, pero nosotros los alimentamos”, reiteró.

Pero el chef no pierde el optimismo y su confianza en que llegará la ayuda, porque, a pesar de todas las dificultades, la gente ha seguido aportando de la manera que puede.

“Yo no recibo nada gubernamental. Todo es privado. La gente me da un pesito. La gente me trae un paquete de arroz. Aquí, a la caseta del policía de seguridad del museo, la gente ha llenado eso ahí varias veces, con arroz, habichuelas, hasta pavos y pollos. Es algo maravilloso”, aseveró. “Un pote de salchicha, que es lo más barato, un pote de habichuela, un paquete de arroz que me den es uno menos que tengo que buscar”.

“Yo sé que, aunque la empresa es grande, los niños merecen un trabajo grande y los ancianos también”, insistió.

Si usted quiere colaborar con El Comedor de la Kennedy, puede contactar a la organización a través de las principales redes sociales o en el portal www.elcomedordelakennedy.com.

SCHEDRIN Sylvester Feodosievich – Virtual Russian Museum

1791, St. Petersburg – 1830, Sorrento

Landscape painter.

Born in St. Petersburg in the family of the sculptor F.F. Shchedrin. His first teacher was his uncle – S. F. Shchedrin, professor of the “landscape class” of the Academy. Studied at the Imperial Academy of Arts (since 1800) under M. M. Ivanov and F. Ya. Alekseev (1806–1811). In 1811 he was left at the Academy “for improvement”. He worked in Rome as a pensioner of the Academy (since 1818), making trips to Naples, where he finally settled in 1825. During the summer months he lived and worked in the vicinity of Naples – Sorrento, Amalfi, Capri. One of the most gifted Russian landscape painters. Developed his own type of landscape. Often varying the same motive, the artist created a series of landscapes “New Rome”, “Waterfalls in Tivoli”, “Verandas and Grottoes”. One of the first in European art, he became seriously interested in the problems of the open air. His art was influential in the formation of the Neapolitan “school of Posilippo”.

Collection of the Russian Museum

Period:

All
AllFirst half of the 19th century


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Media library

Year of creation: 2016 | Multimedia film | Language: Russian | Duration: 15:09

The film is dedicated to the life and work of the outstanding master of landscape painting, who, after a brilliant graduation from the Imperial Academy of Arts in St. Petersburg, received the right to a long trip to Italy to improve his skills, where he remained until the end of his life.

Year of creation: 2014 | Interactive program | Language: Russian, English, Italian

The multimedia program brings together about 500 works by Russian artists who worked in Italy and Italian masters who left their mark on Russian art, including those who made a significant contribution to the architectural appearance of the palaces of the Russian Museum.

Year of creation: 2007 | Video film | Language: Russian | Duration: 25:45

The large-scale exposition of the exhibition “The Seasons” covers the main stages in the development of the Russian landscape. Winter, spring, summer, autumn in the works of famous Russian painters of the XIX-XX centuries – Sylvester Shchedrin, Mikhail Lebedev, Alexander Ivanov, Arkhip Kuindzhi, Vasily Polenov, Ivan Shishkin and others.

Year of establishment: 2007 | Video film | Language: Russian | Duration: 25:42

This film tells about the largest Russian landscape painter of the 19th century – Sylvester Feodosevich Shchedrin – an artist in whose work the landscape ceases to be a soulless staffage, but becomes the main character of the work and acquires portrait, recognizable features. A graduate of the Academy of Arts, who graduated with a gold medal and received the right to study abroad for this, left for Italy. There he lived most of his life, died and was buried in the city cemetery of a small seaside town.

Year of establishment: 2003 | Video film | Language: Russian | Duration: 25:58

Since the second half of the 18th century, relations between St. Petersburg and Italy were not exclusively official and did not consist only of diplomatic missions, delegations and gift exchanges between the royals. The close interweaving of threads of family ties between Russia and Italy allows us to establish interesting facts related to the artists and people depicted in the paintings, customers and intermediaries, as well as the fate of the works themselves.

Year of establishment: 2003 | Language: Russian | Duration: 25:55

The film deals with works of painting, sculpture, graphics, decorative and applied arts from the collection of the Russian Museum and museums in Rome, Naples, Florence, Milan, as well as from private collections in Italy, presented at the exhibition of the Russian Museum of the same name .

“Virtual Russian Museum” in social networks:

The work of Sylvester Shchedrin from the collection of the Novgorod Museum-Reserve is exhibited in the Russian Museum

?

Work Sylvester Shchedrin from the collection of the Novgorod Museum-Reserve is exhibited in the Russian Museum
Ngomz

August 11th, 2016

9000

on August 11, August 11 Posilippo. To the 225th anniversary of the artist’s birth. The exhibition also includes a painting by S. Shchedrin “View of Vico between Castellammare and Sorrento” (1828) from the collection of the Novgorod Museum. The exhibition includes about 100 works by S.F. Shchedrin and the most famous masters of the Posillipo school from the collection of the Russian Museum and other museum collections. The exhibition will allow viewers to see for the first time the works of a significant master of Russian painting next to the canvases of his European contemporaries-landscape painters. The exhibition will run until November 14th.

Sylvester Feodosievich Shchedrin (1791–1830) is one of the outstanding Russian painters of the Romantic era. He was one of the first to paint landscapes directly from nature, convincingly conveying the light and air environment and embodying in his works the idea of ​​the unity of man and nature. The canvases of Sylvester Shchedrin, which have long become classics of Russian landscape painting, were highly valued by contemporaries and descendants of the master.

From 1818 until his death, Shchedrin lived in Italy, but he sent pictures painted in the Apennines to his homeland. Working in Rome and Naples and the environs of these cities, Shchedrin had a significant impact on the formation of the South Italian landscape school (the so-called Posillipo school), which united a fairly significant group of artists from Italy, Holland and Germany (Antonis Pitloo, Giacinto Gigante and others).

The Russian artist was especially attracted by small towns on the southeastern shore of the Gulf of Naples – Castellammare, Vico and Sorrento. The artist was captivated by the beauty of the places he saw with high rocky shores and the far-reaching surface of the bay. These cities arose on the site of ancient Stabia, which perished in the 1st century BC. AD from the eruption of Vesuvius along with Pompeii and Herculaneum. The ruins of ancient temples and baths have been preserved here, half-worn steps carved into the rocks led to the sea. In Castellammare and Vico, the artist painted many sketches and paintings. In the landscape “View of Vico between Castellammare and Sorrento” Shchedrin almost for the first time showed a wide sea space filled with light and air. A steep bank is visible in the distance, on top of which is a small church of Santa Maria with a destroyed bell tower. The sandy shore with ledges and stones is animated by the figures of fishermen and fisherwomen, among which the image of a fisherman standing on a stone stands out.

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