Murcielago de puerto rico: Familia Phyllostomidae | Armando Rodríguez

Familia Phyllostomidae | Armando Rodríguez

A. Murciélago Lengüilargo (Greater Antillean Long-tongued bat), Monophyllus redmani

Descripción

Pequeño, 9 gramos. Longitud del antebrazo, de 36 a 43 mm. Hocico muy largo y fino con hojuela nasal conspicua. Lengua extraordinariamente larga y puntiaguda. Orejas de tamaño mediano y ovaladas. Uropatagio reducido, en forma de V invertida. Pelaje de color gris oscuro dorsalmente y gris claro ventralmente.

Información general

Este murciélago nectarívoro (razón para su larga lengua) se puede observar en vuelo suspendido, a manera de zumbador, frente a las corolas de las flores. Se ha observado alimentándose del néctar de las flores de muchos tipos de plantas, entre las que son comunes las palmáceas. Además de néctar, se alimenta de insectos, frutas y posiblemente de polen. Durante el día se encuentra en cuevas, principalmente cuevas calientes, donde por lo general forma colonias de gran tamaño. Especie nocturna, inicia su actividad con cero luminosidad. Posiblemente pare dos veces al año. El periodo principal de lactancia ocurre desde julio hasta octubre. Esta especie es extremadamente sensitiva a la presencia humana en la cueva y el perturbar la colonia durante el periodo de lactancia resulta en la pérdida de gran cantidad de crías.


B. Murciélago de las Flores (Brown flower bat) Erophylla bombifrons

Descripción

Mediano, 16 gramos. Longitud del antebrazo, de 43 a 51 mm. Hocico alargado, pero no tan fino y delicado como M. redmani. Hojuela nasal muy reducida. Orejas medianas, más puntiagudas que en M. redmani. Uropatagio reducido, en forma de V invertida. Pelaje de color pardo amarillento o crema, más claro en la región ventral.

Información general

Principalmente frugívoro, su régimen alimentario se asemeja al de M. redmani. Durante el día se encuentra en cuevas, mayormente calientes. Especie nocturna, comienza su actividad cuando está completamente oscuro. La lactancia ocurre de junio a septiembre.


Murciélago Frutero Común (Fruit bat), Artibeus jamaicensis

Descripción

Grande, 35 gramos. Longitud del antebrazo de 50 a 63 mm. Hocico corto y ancho, hojuela nasal conspicua y puntiaguda. Mandíbula fuerte con caninos grandes. Uropatagio reducido, en forma de V invertida. Pelaje de color gris oscuro a gris achocolatado, más pálido ventralmente. En ocasiones se pueden observar dos bandas faciales de color claro.

Información general

Murciélago frugívoro muy común en Puerto Rico y en el neotrópico en general. Durante el día se encuentra principalmente en cuevas frescas, pero se le puede encontrar con bastante frecuencia en el follaje o troncos huecos. Este es, en muchos casos, el murciélago que se observa consumiendo frutas en árboles como el de María (Calophyllum brasiliense), tanto en zonas rurales como urbanas. Por lo general no consume las frutas en el lugar donde las encuentra, sino que las carga hasta una cueva u otro árbol. En el proceso de cargar las frutas es probable que pierda alguna de ellas, contribuyendo a la dispersión de las mismas. A menudo se le acusa de manchar con fruta las paredes de las casas. En los casos en que carga la fruta hasta la cueva, las semillas germinan en el suelo, donde dan lugar a los “jardines pálidos” característicos de las cuevas que habita.

Aunque se puede encontrar gran número de estos murciélagos en una cueva, nunca se encuentra todos juntos, sino que forman pequeños grupos en las campanas de disolución u otras depresiones del techo de la cueva. Esto se debe a que A. jamaicensis forma harenes, de manera que cada grupo representa un harén, un grupo de subadultos o un grupo de “machos solteros”. El periodo de lactancia más importante ocurre de agosto a octubre.


D. Murciélago Frutero de Puerto Rico (Red fruit bat), Stenoderma rufum

Descripción

Mediano. Longitud del antebrazo de 47 a 48 mm. Hocico corto y ancho con hojuela nasal conspicua. Este murciélago es inconfundible por tener una mancha blanca en la base de cada oreja y en los hombros.

Información general

Stenoderma rufum es un murciélago endémico del bajo de Puerto Rico (no se encuentra en ningún otro lugar del mundo). Se alberga en árboles durante el día y comienza su actividad alrededor de la puesta del sol. Se alimenta de frutas. Probablemente pare dos veces al año con el periodo más importante de lactancia alrededor de mayo.


E. Murciélago Hocico de Cerdo (Cave bat), Brachyphylla cavernarum

Descripción

Grande, 40 gramos. Longitud del antebrazo de 59 a 69 mm. Hocico corto sin hojuela nasal, pero con repliegue dérmico alrededor de la nariz dando la impresión de tener “hocico de cerdo”. Esta característica, junto a su tamaño lo hacer inconfundible. Pelaje de color achocolatado claro.

Información general

Murciélago frugívoro. Durante el día se encuentra en el follaje denso o en cuevas. Cuando se encuentra en cuevas puede formar colonias numerosas que comienzan a lanzar chillidos cuando son perturbados. Especie nocturna. Cuando se alimenta de frutas, desplaza A. jamaicensis del árbol. Produce “jardines pálidos”. Se han informado hembras lactantes en abril, julio y noviembre.

Confirman que existe un murciélago puertorriqueño

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Contribución de CienciaPR: 

Fuente Original: 

El Nuevo Día

Por: 

Aurora Rivera Arguinzoni

¡Puerto Rico tiene su propio murciélago!

Una investigación científica publicada recientemente confirmó que una especie que se creía estaba presente en varias islas del Caribe solamente habita en el Archipiélago del Encanto, específicamente en la isla grande y en Isla de Mona.

“Por muchos años su nombre científico fue Pteronotus p. parnellii, sin embargo hace unos años una científica pensó que podía ser único de Puerto Rico y sugirió cambiarlo a Pteronotus portoricensis. Había que verificar que en todos los países donde había Pteronotus p. parnellii no hubiera uno igual. No fue hasta agosto que salió (la confirmación), en el Congreso Internacional de Murciélagos, en Sudáfrica. Una científica de Brasil, Ana Carolina Pavan, oficialmente lo afirmó”, revela a Elnuevodia.com Waldemar Feliciano Robles, presidente de Fundación Quiróptera de Puerto Rico.

El estudio se titula “Integrating multiple evidences in taxonomy: species diversity and phylogeny of mustached bats” y fue publicado en la revista Molecular Phylogenetics and Evolution.

“Se pensaba que tenía una distribución bien amplia en todas las antillas, en el continente, pero resulta que son varias especies  y la que tenemos  solamente la encontramos aquí (incluyendo Isla de Mona)”, agrega uno de los científicos que más ha estudiado estas especies en el País, el doctor Armando Rodríguez Durán, coordinador general del Programa de Conservación de Murciélagos de Puerto Rico y profesor de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, recinto de Bayamón.

Entonces, ante esta noticia y en vísperas de Halloween, ¿qué mejor momento para explorar la vida de los murciélagos de Puerto Rico? Después de todo, estos seres milenarios han inspirado un sinnúmero de mitos y leyendas, algunas de terror, aun cuando son seres de bien y vitales para el ecosistema.

De acuerdo con Rodríguez Durán y Feliciano Robles, las 13 especies de murciélagos que viven en Puerto Rico cumplen cuatro funciones vitales: control de plagas de insectos como el mosquito Aedes aegypti (estimados conservadores indican que consumen unas 21 toneladas al mes), polinización, dispersión de semillas (incluidas especies endémicas) y ser alimento de la boa puertorriqueña.

Cada especie tiene rasgos y ciclos de vida particulares. Por ejemplo, el murciélago alioscuro puede vivir en espacios abandonados de zonas urbanas, el casero en los techos de casas de madera, el frutero común colgado de árboles con un harén, mientras que el frutero o nativo de Puerto Rico es más solitario.

Por otro lado, mientras el bigotudo menor, la especie más pequeña de Puerto Rico, vive en lo más profundo y caliente de las cuevas y sale más temprano que el resto a buscar insectos para comer antes de que especies más grandes los acaben, el pescador, que es el más grande de Puerto Rico, vuela hasta los cuerpos de agua pues se alimenta principalmente de peces. Su dieta es muy variada ya que también consume insectos, cangrejitos y escorpiones, pero verlo pescar es todo un espectáculo.  “Cuando un pez rompe la superficie del agua detecta que está, vuela, mete las patas traseras dentro del agua como si fuera un garfio y agarra el pez. ¡Es espectacular! En Vieques, en los recorridos por la bahía bioluminiscente, se pueden ver”, describe Rodríguez Durán.

¿Estarán en peligro?

El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales de Puerto Rico (DRNA) tiene la responsabilidad de evaluar cada investigación que se quiera hacer de los murciélagos. El resultado de las que autoriza le tiene que ser sometido y con esa nueva información la agencia ajusta sus políticas de manejo y protección. Actualmente analiza la posibilidad de que varias especies puedan ser vulnerables debido a que solo habitan en ciertos sistemas de cuevas que por sus complejas características han sido muy poco estudiadas, como las profundas y cálidas cuevas donde vive el bigotudo menor. “Si se aprueba (esa clasificación), sería la primera vez que se incluya una designación de hábitat crítico para murciélagos”, explica Ramón Rivera, biólogo y director interino de la División de Ecología Terrestre del DRNA.

Experiencias únicas

Instituciones como el DRNA, la Universidad Interamericana de Bayamón, la Fundación Quiróptera de Puerto Rico, el Centro Ambiental Santa Ana (CASA), el Programa del Estuario de la Bahía de San Juan y la organización comunitaria El Corredor del Yaguazo, en Cataño, han promovido el estudio y la educación sobre los murciélagos logrando iniciativas diversas como el Primer Simposio de Ciencia y Comunidad, realizado este año, y el Festival del Murciélago Puertorriqueño, que hoy celebra su tercera edición en la Inter de Bayamón.

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